viernes, 24 de abril de 2020

Tiempo recios de Mario Vargas Llosa.
Alfaguara, 2019.

Tiempos recios', de Mario Vargas Llosa: Piedad en tiempos recios ...


Cada publicación de un libro nuevo de Mario Vargas Llosa es un acontecimiento literario mundial sumamente importante que parece confirmarse por el número de ventas de sus ejemplares y por la resonancia que su obra genera en la crítica. En nuestro país este impacto pareciera haber aumentado luego de su polémica presentación en el marco de la Feria del Libro (2011) y su participación, durante aquellos días, en un seminario en Buenos Aires organizado por la Sociedad Mont Pelerin, divulgadora de ideas ultraliberales. La publicación en 2019 de "Tiempos recios" (Ed. Alfaguara, 2019), donde se narra el golpe de Estado a Jacobo Arbenz en 1954 y otras historias laterales a este hecho, parecen confirmar este impacto con una gran cantidad de intercambios, críticas y hasta incluso interesantes debates sobre el comportamiento del autor en tanto escritor y personaje público.(https://www.pagina12.com.ar/236489-las-dos-caras-de-vargas-llosa).

La historia es bien conocida por todos. Tras la caída del dictador Jorge Ubico (1931-1944), luego de la triunfante "Revolución de Octubre" y el posterior llamado a elecciones, Guatemala inicia su recorrido por una vía democrática que se extenderá por casi una década con las presidencias de Juan José Arévalo (1945-1950) y posteriormente con su ex ministro de defensa Jacobo Arbenz (1951-1954). Durante este período de 1945-1954 los gobiernos democráticos de Guatemala fueron conscientes de la necesidad urgente de implementar reformas que permitieran al país centroamericano, salir de las terribles condiciones de atraso, miseria e injusticia social, en la que se encontraban desde tiempos inmemoriales.

Dentro de las reformas ejecutadas por ambos gobiernos se deben incluir la ampliación del derecho al voto -a personas analfabetas-, el aumento de salarios a docentes y la construcción de escuelas, la autonomía universitaria y quizá, la dos más polémicas e imperdonables para el poder oligárquico y el capital transnacional: el código de trabajo sancionado en 1947 (que permitía la sindicalización de los trabajadores rurales de las plantaciones de bananos y haciendas cafetaleras) y la reforma agraria (decreto 900), ya durante el gobierno de Arbenz, que dispuso la confiscación de tierras ociosas que luego serían redistribuidas a los trabajadores rurales, a los que a través de distintas facilidades proporcionadas por el Estado, se lograría insertar en una agricultura comercial. La ley, lejos de plantear medidas arbitrarias como expropiaciones masivas e indiscriminadas o expulsiones de empresas extranjeras, como había sucedido en otros países, estaba dirigida al latifundio improductivo y el objetivo central era modernizar el sistema agrario y romper con las formas de sujeción social a las élites que estaba sometida la mayoría de la población guatemalteca. 

Estas últimas medidas fueron la excusa perfecta de los opositores a Arbenz para generar una contraofensiva al gobierno a través de toda una serie de acusaciones infundadas de infiltración comunista y otros ataques con el tono propio del lenguaje de la guerra fría. Según Vargas Llosa, será central el papel de Edward L. Bernays, nuevo jefe de relaciones públicas de la Fruit Company, en la manipulación de la opinión pública norteamericana y del Departamento de Estado, para convencer a Estados Unidos de la imperiosa necesidad de intervenir en la política interna de Guatemala, antes que éste país se convirtiera en «una cabeza de playa soviética en América».

"Tiempos recios" está dividido en dos irregulares apartados titulados "Antes" (90%) y "Después" (10%). El apartado "Antes" es la novela en sí y se aboca a la narración ficcional del golpe militar del General Carlos Castillo Armas al gobierno de Arbenz y al confuso episodio que termina con el asesinato del propio Castillo Armas, ya convertido en presidente, tan sólo tres años después de la caída de Arbenz. En tanto que el segundo apartado, "Después", es la transcripción de la breve entrevista que Vargas Llosa realiza a uno de los personajes centrales de la novela, Marta Borrero Parra, -apodada Miss Guatemala y de nombre real Gloria Bolaños Pons-, amante del golpista Castillo Armas y luego del asesino de este, Johnny Abbes García. Esto parece ser una interpretación de Vargas Llosa sobre el magnicidio de Castillo Armas, ya que el hecho sigue sin esclarecerse hasta el día de hoy. La interpretación de Vargas Llosa de este asesinato, es la de una venganza de Rafael Leonidas Trujillo hacia el General golpista guatemalteco, posibilitada por la complicidad de algunas facciones del ejército guatemalteco que tenían a cargo la custodia presidencial. Existen otras hipótesis sobre el asesinato de Castillo Armas pero ninguna de ellas tampoco pudo ser confirmada hasta el día de la fecha.

La gran cantidad de personajes que aparecen en la novela incluye a todos los protagonistas del golpe de Estado en Guatemala: El General Carlos Castillo Armas; el ya mencionado jefe de relaciones públicas de la Fruit Company,  Edward L. Bernays y su presidente Samuel Zemurray; el director de la CIA de ese entonces, Allen Dulles y el embajador norteamericanos en Guatemala John Emil Peurifoy. También los dictadores centroamericanos Anastasio Somoza García y Rafael Leonidas Trujillo y su terrible agente Johnny Abbes García. Tanto Nicaragua como República Dominica fueron esenciales para el éxito del golpe de Estado en Guatemala. Nicaragua prestando su territorio como centro de operaciones y entrenamiento del llamado "Ejercito liberacionista" y la República Dominicana con el apoyo financiero necesario para ejecutar el golpe. Pero también aparecerán en el relato amantes y esposas, algunos intelectuales, médicos y abogados, civiles y otros militares. En estos casos habrá personajes reales con nombres cambiados (como el caso de “Miss Guatemala”) y otros totalmente inventados por Varga Llosa.

Si en el comienzo del libro, Vargas Llosa enuncia las causas del golpe militar en Guatemala –la labor del publicista de la Fruit Company en cuanto a la manipulación de la información de lo que ocurría en Guatemala en el gobierno de Arbenz y las mentiras que propagó en EEUU acerca del peligro comunista en Guatemala y el resto de América Latina-, en el cierre del libro Vargas Llosa se dedicará a las consecuencias terribles que este golpe de Estado en Guatemala trajo para todo el continente americano.

Según Vargas Llosa la interrupción completamente infundada de la democracia en Guatemala, fue lo que posteriormente generó una radicalización de la revolución cubana:

“Fue una gran torpeza de Estados Unidos preparar ese golpe militar contra Arbenz poniendo de testaferro al coronel Castillo Armas a la cabeza de la conspiración. El triunfo que obtuvieron fue pasajero, inútil y contraproducente. Hizo recrudecer el antinorteamericanismo en toda América Latina y fortaleció a los partidos marxistas, trotskistas y fidelistas. Y sirvió para radicalizar y empujar hacia el comunismo al movimiento 26 de julio de Fidel Castro” (pág. 264).

Como prueba directa de esto, Vargas Llosa cita la presencia de Ernesto Guevara en Guatemala en el momento preciso del golpe de Estado de 1954. El aprendizaje del "Caso Guatemala" para el Che, Fidel y los otros revolucionarios de Cuba, habría llevado a éstos a tomar las terribles decisiones de los fusilamientos de miembros del propio ejército una vez que la revolución triunfó y la inevitable alianza con la Unión Soviética para defenderse de las agresiones norteamericanas. Para cerrar este comentario sobre "Tiempos recios" me gustaría dar alguna opinión personal al respecto.

Antes que nada y esto como opinión muy personal creo que, sin ser una mala novela, la calidad de “Tiempos recios” está muy por debajo de otras novelas políticas del autor como “Conversación en la catedral” (1969) o “La fiesta del chivo” (2000). Pero por otro lado creo que en las partes que Vargas Llosa se intenta poner la "ropa" de historiador, proporcionando causas y consecuencias del golpe a Arbenz, sí lo hace de una forma insuficiente, tendenciosa y hasta cayendo en un análisis contrafactual inapropiado.

En primer lugar definir como torpeza de parte del Estado más poderoso del mundo la intervención o el injerencismo en un país latinomericano, sólo por las habilidades de un especialista en marketing político que supo manipular a las autoridades, parece algo pintoresco para una ficción pero completamente débil desde el punto de vista de la explicación histórica. Es innegable el poder de lobby de una empresa como lo fue la Fruit Company y todo el entramado de relaciones con los organismos del estado: muestra cabal de ello es que el propio director de la CIA John Dulles, fuera miembro del consejo directivo de la UFCO o la representación de la poderosa firma de abogados Sullivan and Cromwell como representante de los intereses de la UFCO. Pero no hay torpezas ni pasos en falso en lo que EEUU hizo en América Latina desde el golpe de Estado en Guatemala en 1954 y las décadas sucesivas, si no una firme y coherente política exterior. Porque la interrupción del proceso democrático está firmemente ligada a la interrupción de la democracia entendida como soberanía y autodeterminación de los pueblos y no como un método formal de selección de gobernantes o circulación de élites políticas según lo entiende Vargas Llosa. Y esto es así más allá de que la “amenaza comunista” fuera real o inventada. Creer a esta altura en Estados Unidos como garante de la democracia es de una ingenuidad inaceptable para cualquier ciudadano más o menos informado. Si entre las décadas del 50 y fines del 80 "la amenaza del comunismo" era utilizada para el intervencionismo en países donde se vieran afectados los intereses y privilegios comerciales y monopólicos de EEUU, en las últimas décadas y con la inexistencia de la “amenaza comunista” lo será el terrorisimo islámico y/o cualquier otra excusa.

Por último la radicalización del proceso cubano puede que haya tenido en cuenta lo ocurrido en Guatemala, pero no deja de asombrar como Vargas Llosa omite todos los tropiezos de EEUU en Latinoamérica, previos y posteriores al golpe en Guatemala en 1954. Como dijimos lejos de ser responsabilidad exclusiva de la manipulación del marketing o el lobby empresarial, constituye una de las continuidades más visibles en la Historia de América Latina.


















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